Cuando comienza una función de títeres, se apagan las luces y suena una voz que nos dice: "En cierta ocasión...", "En un lejano país...", "Erase una vez...", se produce algo extraño en la sala, calle o plaza. Todos los presentes son transportados a otros lugares fantásticos e imaginarios, el mundo real desaparece.
En el escenario también ocurre algo mágico y especial, el actor o titiriter@ ha desaparecido o más bien se ha transformado en el personaje representado, su voz, sus manos y todo su ser pasan a un segundo plano. Ésta es la auténtica magia del mundo de los títeres.
Y si no me creen, observen atentamente la foto.¡Huy! He descubierto a una titiritera infiltrada, es que a mí me pasa lo que a los niños, que me lo creo.
"...con dragones, princesas y castillos encantados, el que no se levante el culo se quedará pegado". O si lo prefieren: "así acaba este cuento, como me lo contaron te lo cuento."
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