Sin embargo, hay profesionales que se exponen a las inclemencias del tiempo, a un público que no está acostumbrado a ver representaciones de teatro, a un espacio bullicioso capaz de descentrar al más juicioso.
Por fortuna, aún son muchos los que intentan poner su granito de arena, para que el teatro se acerque a todos los rincones, los niños son niños en cualquier parte del mundo.
En la foto vemos una instantánea de la función del sábado en Jinámar.
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