viernes, 4 de enero de 2008

Las anécdotas en la narración oral.

Las funciones de navidad fueron muy lindas, realmente mágicas. Ya de por sí la fecha lo es, también el espectáculo "Lilith y la zanahoria mágica" y los lugares donde se realizaron las funciones.
De toda la Navidad, para mí el día más mágico es la noche de reyes. A pesar de que ya tengo unos añitos, aún recuerdo cómo la vivía de niña; del cuento que escenificaban mis padres, para que mi hermano y yo creyéramos realmente que tres señores, montados en camellos y cargados con regalos para todos los niños del mundo, entraban (sin saber cómo) al salón de nuestra casa para dejarnos juguetes. ¡Era emocionante!
Como ven, les acabo de contar una anécdota de mi infancia. En la narración oral, este tipo de introducciones se utiliza con frecuencia. El narrador cuenta algo personal y de esta manera se acerca a su auditorio, es su tarjeta de presentación y una forma de conectar, sencilla, cercana.
Y como son fechas de regalos, ¡aquí va uno! Mi maestro de narración siempre decía que los cuentos cortos eran como un tesoro, pueden utilizarse cuando la sesión incluye a varios narradores, para terminar.
Este se titula: "Embriagarse de valor", es un cuento popular inglés, muy simpático, pero por supuesto, para adultos.
"Un hombre había estado bebiendo después de comer y se hallaba sentado a la mesa con un poco de whisky todavía en el fondo del vaso. Entonces un ratón trepó por el mantel y correteó por la mesa recogiendo las migajas. Luego trepó por el vaso, cayó dentro y sorbió todo el whisky. Entonces empezó a golpear las paredes del vaso hasta tirarlo, se puso de pie sobre sus patas traseras manteniendo el equilibrio, se restregó los bigotes, apretó sus garras delanteras y dijo:
-Y ahora, ¿dónde está ese maldito gato?

En la foto, mi ratón favorito, un títere de guante del espectáculo: "Nicolás y su amiga de la ciudad".

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