martes, 2 de marzo de 2010

La respiración y la voz.


Hay dos condiciones indispensables para poder tener una buena voz en el teatro; la primera es que el aire que expulsamos cuando hablamos o le ponemos la voz a un personaje, no se encuentre con ningún obstáculo; como por ejemplo la laringe o las mandíbulas cerradas. La segunda es que el sonido debe amplificarse a través de los resonadores.

Ambos factores están estrechamente ligados a la respiración. Así pues, una buena voz deberá estar acompañada por una correcta respiración. Si un actor o titiritero no es capaz de almacenar el suficiente aire para hacer su parlamento o declamar su texto, tenderá a cerrar la laringe o bien a realizar inspiraciones cortas y por tanto su diálogo nos llegaría entrecortado y sin fuerza.

Existen tres tipos de respiración:
1) Respiración pulmonar o de la parta alta del tórax.
2) Respiración con el abdomen.
3) Respiración completa, que comprende las dos anteriores.

Bajo mi punto de vista, ésta última es la más adecuada tanto para el trabajo del actor como para el titiritero o marionetista. Ya que, al poder almacenar aire en estas dos cavidades corporales, se contará con la respiración necesaria para poder decir un texto sin tensiones y de una forma mucho más natural.

Pero eso sí, hay que acostumbrarse a dicha respiración, realizando ejercicios hasta que se vuelva automática. En el yoga, se le da una gran importancia a este tipo de respiración y en concreto la práctica del asana-yoga conlleva la práctica de sencillos ejercicios para ejercitarla.

Si no disponen de tiempo o ganas para asistir a unas sesiones de esta sana disciplina, les puedo dejar desde aquí una forma sencilla y rápida de hacerse con esta técnica.

Primero nos tumbaremos en el suelo, teniendo en cuenta que nuestra columna vertebral esté perfectamente recta. Luego colocaremos una mano sobre nuestro pecho y otra sobre nuestro estómago.
Exhalamos suavemente todo el aire por la nariz, vaciando completamente los pulmones. Retenemos los pulmones vacíos unos segundos e inhalamos lentamente, inflando todo el abdomen y luego también la región torácica.
Retenemos nuevamente el aire unos segundos y comenzamos con la exhalación vaciando el aire, primero de la región torácica y por último del abdomen.


Con una práctica continuada de este sencillo ejercicio, obtendremos fácilmente un mayor control sobre nuestra respiración y por tanto de nuestra voz.


2 comentarios:

LOLI LOGOPEDA dijo...

Hola: qué alegría encontrar tu entrada de la respiración en el blog! Soy logopeda y hay colegas que dicen que la región del tórax no debe moverse y otras que dicen que sí. Yo como lo que me enseñaron es que sí, y en los manuales también viene que el tórax entra en juego, junto con costillas flotantes y abdomens, pues es la que enseño. Pero hay de todo!! Bueno un saludo.
www.logopediayeducacion.blogspot.com

Elisa García dijo...

Hola Loli, lo cierto es que se puede realizar de las dos maneras. Pero como comento en la entrada, utilizando tanto el abdomen como la caja toraxica se retiene más aire y por tanto la respiración es más natural al hablar y no hay que pararse a cojer aire tantas veces.
Un cordial saludo.