lunes, 16 de julio de 2007

Haciendo memoria (I).


Muchas compañías de títeres o marionetas combinan las representaciones de sus obras con la realización de talleres.
Mi caso no es muy diferente, aunque para hablar de este taller en concreto, tendré que remontarme al año 1992. Fue en Teror (que no es terror), un pueblo de la isla de Gran Canaria cuya fiesta mayor es en honor a nuestra patrona: la virgen del Pino.
Elaboré los papagüevos (así es como llamamos en Canarias a los gigantes o cabezudos) con goma-espuma y me inspiré en dinosaurios y otros reptiles de gran tamaño y a el resultado les llamé Los Pinosaurios.
El taller culminó en un espectacular pasacalles por las principales vías de la villa con fuegos artificiales y mucha música.


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