Hoy he tenido el placer de poder disfrutar del buen hacer de la compañía Karromato, compañía europea con sede en Praga como ellos mismo se definen. Conocía a Kiko (uno de sus tres componentes) en una reunión del colectivo de teatro en Las Palmas, así fue como me enteré de la existencia del Festival Internacional de teatro de calle en Valsequillo.
Ellos trabajan con marionetas de hilo y la cruceta que utilizan es, por supuesto, la cruceta Checa.
El trabajo maravilló tanto a niños como a adultos y eso que hacía un calor tremendo y la función se realizó en el patio de un colegio. Pero todos salimos encantados, las marionetas son auténticas obras de arte, la manipulación exquisita y la concentración y compenetración de los dos manipuladores extraordinaria.
Mis más sinceras felicitaciones a los compañeros de Karromato a los que espero poder volver a ver por nuestras islas.