Aunque no se lo crean, aún estoy batallando (hablando metafóricamete), con la nueva estructura del que algún día será mi nuevo teatrillo para títeres de guante y muppets de goma espuma. Estoy en el tercer intento. Hay quien dice que a la tercera va la vencida, espero que este sea mi caso.
Viendo el vídeo que pasaré a incrustar más abajo, me vi a mi misma, cortando tubos una y otra vez. Decepcionada cada una de las veces que no conseguía lo que buscaba y alegre cuando veo que ya estoy en el buen camino.
Todavía recuerdo a numerosos compañeros de aprendizaje, nos conocíamos en cursos para actores o titiriteros y todos queríamos ser los mejores. Muchos de estos compañeros ahora se sorprenden cuando me preguntan a qué me dedico y les digo que al teatro de títeres.
- ¿Todavía haces teatro? - me preguntan sorprendidos.
Y es que el camino es largo. Nunca se deja de aprender, nunca dejas de buscar nuevas formas de expresión y comunicación. Como todas las profesiones, tiene momentos dulces y otros amargos, subidas y bajadas. Pero nada de esto importa si lo haces con el corazón.
Cartucho y los animalitos sabios
Hace 3 años
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