sábado, 7 de marzo de 2009

Los personajes.


Por fin, las cabezas de los personajes para el nuevo espectáculo de Cuentos con Encanto ya están preparadas para comenzar en breve a darles las capas del Blanco de España. Mientras éstas se secaban y teniendo en cuenta que los cuerpos estaban ya fabricados, hemos hecho las manos.

Las manos para las marionetas de hilo y pupis se pueden hacer de varias maneras. En esta ocasión he preferido modelarlas con pasta de madera, aunque también se pueden hacer en tela o fieltro.

El sistema consiste en realizar un armazón con alambre fino, con la forma de la mano y modelar encima o bien hacer una manopla con tela o fieltro, que luego rellenaremos con algodón. Las manos no deben pesar demasiado, ya que cuando estemos manipulando, el exceso de peso les daría una caída muy fea al soltar los hilos.

En la foto vemos las cabezas de los dos personajes principales: Guille y su abuelo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Elisa, son muy expresivos Guille y el abuelo, y los ojos de cristal les da mucho realismo. Me encantan,muy buen trabajo. Felicidades.
Saludos desde Bcn.

Elisa García dijo...

Muchas gracias, Carmen y Bea. A mí también me gustan muchos los títeres que hacen ustedes.
Compañeras de camino, a ver si nos encontramos en algún momento,
besos.

Anónimo dijo...

Hola Elisa, nuevamenta saludandote desde México.
Me gustaria saber que opinas de la comunicación titeres-niños en las funciones de titeres.
Veraz el pasado antier dimos la tercera función de una obra con guiñoles que estamos montando por aca. Me gusto mucho interactuar con los niños, sin embargo, me di cuenta, que debe pintarse un limite, para que la historia siga su curso.

Tambien no se si las edades de los niños influyan demasiado, me pude percatar que la comunicación con niños de 4 a 7 años es más, fluida, no se, como que sienten la necesidad de expresarse.

Ya anteriormente he trabajado con titeres de hilo y esta vez estoy con guiñoles, la esperiencia es totalmente diferente.

XD
Saludos desde Monterrey, México.

atte. El león pastelero

Elisa García dijo...

Hola de nuevo amigo babilón. Tienes razón en lo que dices, yo también volví al guante, después de varios años trabajando con marionetas de hilo, precisamente porque echaba de menos esa comunicación con los niños. Sin embargo, y como muy bien apuntas, ésta tiene que estar muy bien medida, porque en caso contrario pueden acabar con el guión y por tanto con la historia.
Si son muy pequeñitos, incluso un simple ¡hola! al empezar la función puede ser caótico, ya que pueden tirarse toda la representación diciendo hola a todos los personajes. Así que, hablar con el público está bien, a mí también me encanta, pero con cierta medida, para sencillamente poder hacer teatro.
Un abrazo desde las islas Canarias y ¡adelante!