Fascinados por la palabra.

Desde tiempos remotos, la humanidad se ha sentido atraída por las narraciones de historias. Se cuenta que los brujos en las tribus primitivas eran los encargados de transmitir la historia pasada, lo hacían a través de la palabra, tenían ese poder.

¿A quién no le gusta escuchar una buena narración?, ver una película o leer un buen libro. Los niños suelen pedir que sus padres les repitan historias o cuentos que ya han escuchado antes, por puro placer de volverlas a escuchar.

Los cuentos populares son comunes en todas las épocas e incluso podemos encontrar versiones similares (aunque con algunas variaciones) en puntos equidistantes del planeta, desde los cuentos africanos, orientales, de los indios norteamericanos y los europeos. Niños, abuelos, amas de casa, comerciantes o padres de familia, aman, gustan, y disfrutan de una buena historia.